SIN TÍTULO

Es ese gesto que es lento como manivela al suspiro.
Es ese gesto cadencioso como la palma de una mano. Mano que se desliza para la rotación de un mundo a otro.
Ese gesto.
Ese que ha sido reconstruido sin filtros de tiempo. Sin gozne de sueños. Sin país de maravillas. Ni broche de ausencia. Ese gesto que se detiene como un resplandor aventajado en la ceguera. Ese gesto que aprende a dar la luz dice: entorna la ventana dice deja el balcón abierto dice deja una ranura de noche que no escape ni se detenga ni oprima ni deshaga nudo o sinrazón. Que sea lo mismo que un contoneo de llama sobre la pared inventando dibujos propios. Sumergido. Sumergido gesto en la cintura estrecha de un abrazo. Sea como la suave nuca de un silencio. Sea ciudad invisible para los peces de una duda. Sea un viraje del corazón hacia la sangre palpitada vuelta a la cabeza.
Sea un gesto geométricamente perfecto de brazos erguidos sobre un rostro. Gesto y desgarro de gesto. Vuelco y arcada de belleza los gestos. Cientos de desairados nervios móviles en trinchera de gestos. Gesto que aprende del gesto como la onda sobre el agua y sus círculos concéntricos.

El que susurra.
Susurra vulnerables
practica indecibles
ejercita sacude volea la colmena de amor.